Crónicas para un centenario
57 LA ETAPA SIN INSTALACIONES (1920-1935) Entre 1920 y 1935 el Instituto Español de Oceanografía no tuvo dependencias funcionales en Vigo. No obstante, desde los Laboratorios Centrales en Madrid se seguían dirigiendo las actividades de los restantes laboratorios costeros y dando continuidad a las campañas a lo largo del litoral español, incluyendo las costas del noroeste, en las que Vigo seguía siendo un puerto de referencia. Este periodo de 16 años en la vida de una institución todavía joven y en un contexto político y social convulso resultó decisivo para su futuro, jugándose su ser o no ser en los laberintos de la burocracia ministerial en más de una ocasión. Pero venciendo grandes di- ficultades, fue mejorando su funcionamiento y consolidando y completando su organiza- ción. Cuando años más tarde vuelve a establecerse un laboratorio en Vigo, el Instituto es una institución evolucionada, con diferente dependencia institucional y nuevas normas de funcionamiento. Por otra parte, en una institución centralizada como el Instituto, las causas de lo que ocu- rre en los Laboratorios Costeros, con frecuencia hay que buscarlas en Madrid. Por eso, ade- más de reseñar acontecimientos locales y las iniciativas para el establecimiento de un labo- ratorio de investigación oceanográfica en Vigo, es oportuno detenerse en la descripción de las principales vicisitudes por las que atravesó el Instituto en este periodo. En 1920 un Real Decreto (de 30 de enero de 1920) establece las bases para el funciona- miento del Instituto. En él se manifiesta que no debería dedicarse solo a la ciencia pura, sino que además debería preocuparse de la aplicación de los resultados obtenidos a la pesca, cooperando con el Consejo Internacional para la Exploración del Mar (CIEM) y la Comisión para el Estudio Científico del Mediterráneo (CIESM). El Decreto consolida y completa la or- ganización, define la plantilla mínima, las condiciones de acceso y promoción y los puestos técnicos, administrativos y de personal subalterno para los distintos laboratorios. En la rela- ción de los laboratorios costeros que se enumeran en el Decreto, el de Vigo ya no aparece. El 1 de abril de 1920, se consignaron en los Presupuestos del Estado las partidas necesarias para su definitiva implantación. Según el plan acordado en la reunión de la Comisión Internacional para la Exploración Científica del Mar Mediterráneo (CIESM), celebrada en Madrid el año anterior, en 1920 se llevó cabo la campaña oceanográfica a bordo del yate real “ Giralda ”. En aquella reunión Es- paña, en colaboración con Mónaco, se había comprometido a realizar una campaña de ex- ploración del estrecho de Gibraltar y regiones próximas, que iba a ser la primera de una serie de tres, llevadas a cabo entre 1920 y 1921 con el “ Giralda ”. Los objetivos generales de las tres campañas eran el estudio de las corrientes, el plancton y la pesca exploratoria con pa- langre. La primera campaña se desarrolló en los meses de agosto y septiembre por las islas Baleares y Córcega. La dirigió Odón de Buen, con la participación de un numeroso grupo de profesores y doctores del Instituto. En Mónaco embarcó el príncipe Alberto, acompañado también de un equipo de especialistas, para dirigir la segunda campaña desarrollada entre el cabo de Creus y Cádiz. En octubre y noviembre, se trabajó en el estrecho de Gibraltar y mares inmediatos, terminando en Lisboa, en donde tuvo lugar una brillantísima recepción y
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