Crónicas para un centenario

CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 44 Obedece el envío de todo, absolutamente todo cuanto existía en el laboratorio a dichos puer- tos, a la campaña oceanográfica que, en virtud de la Conferencia Internacional, celebrada en Madrid, y a la que asistió el príncipe de Mónaco, se va emprender en el Mediterráneo. Quedan pues en suspenso los trabajos de esa índole que en estas costas se venían realizando desde hace tres o cuatro veranos, dirigidos por el sabio naturalista D. Odón de Buen. Para la campaña del Mediterráneo se habilitará el Giralda, el cual quedará definitivamente destinado a los servicios de Oceanografía ” 41 . El cierre del Laboratorio en esas fechas es corroborado por las anotaciones que figuran en las Memorias de la Junta de Obras del Puerto de Vigo , en las que se deja constancia de que el pabellón perteneciente a la Sociedad de Salvamento de Náufragos, en el que estaba instala- do el Laboratorio, fue desocupado por el Instituto a finales de enero de 1920 42 . Los acontecimientos aquí relatados sobre el establecimiento del Laboratorio Oceanográ- fico en Vigo ponen de manifiesto la voluntad y el interés, tanto de la Administración del Esta- do y del propio de Buen, como de los poderes locales para hacerlo posible y su inauguración tuvo lugar con intención evidente de permanencia. Si algo fue provisional fue el local para su instalación, que por lo manifestado era bastante precario. Sólo un cúmulo de circunstan- cias adversas condujo finalmente a la clausura del Laboratorio. Se comprende el cansancio y la decepción de de Buen ante la falta de apoyo para el man- tenimiento del Laboratorio, tanto del Ministerio de Instrucción Pública como de las auto- ridades locales. Otras razones pudieron contribuir al abandono del Laboratorio de Vigo: la pérdida de varios jóvenes colaboradores en puestos clave para su proyecto, en un corto periodo de tiempo, a causa de la epidemia de gripe de 1918. La polémica entre los de Buen y el catedrático pontevedrés Sobrino Buhigas, sobre la identificación de los organismos cau- santes de las mareas rojas en las rías, pudo igualmente provocar un cierto desinterés de los de Buen por seguir trabajando en Galicia 43 . Tampoco puede descartarse un cambio en la es- trategia del IEO: ante las dificultades para consolidar su papel en las instancias nacionales se buscan oportunidades para afianzarse en el campo internacional. Es significativo lo que dice Odón de Buen a este respecto en sus Memorias (pág. 247): ” Nos urgía llamar la atención fuera de España y adquirir el prestigio necesario para que se nos escuchara y se tuviera fe en nuestros trabajos. El momento era oportuno pues la guerra impedía a los países más adelantados en la Oceanografía hacer sus campañas anuales y los datos adquiridos por nosotros adquirían excep- cional valor por modestos que fueran nuestros medios ”. ◆ 41 En Calvo Roy, 2013. 42 (AAPV). 1926. Memoria de la Junta de Obras del Puerto de Vigo . Posteriormente el pabellón fue enajena- do, pasando a propiedad de la Junta por un importe de 4.633,22 pesetas. 43 Esta polémica sobre el organismo causante de las mareas rojas, que enfrentó a Fernando y Odón de Buen con Ramón Sobrino Buhigas, e indirectamente con el grupo de naturalistas dirigido por Ignacio Bolí- var, del Museo de Ciencias Naturales y de la Real Sociedad Española de Historia Natural (RSEHN), comenzó en 1917 y duró hasta 1921 y tuvo un relieve que sobrepasó el ámbito científico, llegando a adquirir tintes de enfrentamiento personal. (Fuentes: Boletín de la RSEHN , Boletín de Pescas , Faro de Vigo ).

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