Crónicas para un centenario

CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 277 cas utilizadas, que incluye microfotografías de varias preparaciones de diatomeas realizadas por Caballero y de una realizada por ellos. Fue el encargado de poner en marcha el Laboratorio de Vigo y el primer investigador en llevar a cabo observaciones sistemáticas oceanográficas y pesqueras en la ría desde un laboratorio en Vigo. A partir del segundo semestre de 1918 emprende las observaciones oceanográficas en una estación fija en la ría. Las medidas de temperatura del aire y del agua en superficie, realizadas casi diariamente, continuaron hasta junio de 1919 y fueron recogidas en dos publicaciones. Hizo también observaciones sobre la presencia y abundancia del plancton. Entre las misiones que se le habían encomendado estaba el estudio de la sardina. Entre julio y octubre de 1918 lleva a cabo muestreos biológicos de sardina, realizando las biometrías com- pletas de 320 ejemplares. Sus observaciones fueron incorporadas por Fernando de Buen en su estudio comparado sobre la sardina. En noviembre de 1918 asiste en Madrid al Congreso Nacional de Pesca, organizado por el IEO en la sede del Instituto. A su regreso a Vigo publica un artículo en el periódico“ Faro de Vigo ”sobre la meteorología y la previsión del tiempo en el mar. En 1919 cayó enfermo. En agosto es cesado como ayudante del Laboratorio de Vigo, siendo sustituido por el biólogo Manual Sánchez Sánchez, de la Inspección de Estudios Científicos y Es- tadísticos de Pesca. Posteriormente, se trasladó a vivir a Madrid. En diciembre de 1920 se publicó su último trabajo. Falleció en Madrid, de manera trágica, a causa de una hemorragia cerebral (según el dictamen facultativo que figura en su certificado de defunción), el 24 de enero de 1921, cuando sólo con- taba 23 años de edad. RODRÍGUEZ DE LAS HERAS OTERO, Antonio (1900-1958) Nació en Salamanca. Se licenció en Ciencias Químicas en la Universidad de dicha ciudad, obte- niendo el premio extraordinario de licenciatura. Fue ayudante de clases prácticas en la Facultad de Químicas de Salamanca entre 1916 y 1920. En 1923 fue admitido como alumno Libre en los Laboratorios Centrales del Instituto, pasando a la categoría de preparador en 1928. Aprobó las oposiciones a inspector químico del Laborato- rio Municipal de Madrid en 1925, en donde ejerció como profesor de química. En 1929 obtuvo el número uno en el concurso para inspector sanitario. Participó en los trabajos oceanográficos a bordo del “ Príncipe Alberto I ”, realizados en Málaga en 1928. Entre 1929 y 1932 tomó parte en varias campañas oceanográficas a bordo del cañonero “ Laya ” y del “ Xauen ”. Se encargó de realizar los análisis de las muestras de agua de estas y otras campañas llevadas a cabo por el Instituto en este periodo. Los resultados se comunicaron en Comisiones internacionales de investigación marina y se publicaron en diversas revistas. Con la reorganización del Instituto en 1932 pasa a ser ayudante preparador del Departamen- to de Química Industrial (Sección Industrias Derivadas del Mar). En 1933 es seleccionado como profesor de Física y Química del Instituto de Segovia. En 1934 publica unas tablas para el cálculo de la densidad del agua de mar. En 1935 es nombrado ayudante de Comercio y Técnica de la Pesca del IEO. Fue profesor ayudante de Ciencias en el Instituto Nacional de Segunda Enseñanza “Calderón de la Barca” de Madrid entre 1932 y 1935. En septiembre de 1936 el ministro de Marina decreta su cesantía como funcionario del Insti- tuto, junto con otros cuatro compañeros, sin que consten las causas, aunque parece probable que fuera por motivos políticos. Concluida la guerra, en 1939 es repuesto en el servicio activo y destinado a la Jefatura del Servicio Nacional de Pesca. Junto con Cerezo Giménez, también químico del Instituto, efectúa el estudio químico de algunos pescados consumidos en Madrid que fue presentado en el Congreso de las Ciencias celebrado en Zaragoza en 1940, pero que por problemas editoriales no pudo ser publicado hasta unos años más tarde.