Crónicas para un centenario

CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 223 Dentro del plan de estudio de la merluza en la costa gallega, se llevaron a cabo pescas experimentales en el pesquero de Marín “ Carrasca ” para estudiar la selectividad de los artes de arrastre. Se probaron redes de distintos materiales y tamaños de malla, al tiempo que se estudiaba la abundancia y distribución de la merluza. En los embarques participaron Robles, Lens, J. Iglesias y José Mª Castro. En abril tuvo lugar la primera campaña conjunta con investigadores americanos en Arou- sa, en la que participaron Besada, Robles, J. J. González y Bóveda. José Iglesias se incorpora al equipo multidisciplinar para estudiar la comunidad de peces de fondo. Con el investigador americano Edward J. Chesney lleva a cabo muestreos estacionales en dos áreas de la parte interna de la ría, una con bateas de mejillón y otra sin ellas, para conocer su influencia sobre la distribución de los peces. Establecieron su base de trabajo en las instalaciones del Plan Marisquero en O Rial y para las pescas alquilaron un pequeño pesquero tipo rakú ( JERPDUM ) en Vilaxoán, dedicado a la pesca con bou de vara. El Laboratorio solicita la renovación de las becas a la Diputación Provincial de Pontevedra y a la CAMV y amplía la solicitud a la Caja de Ahorros Provincial de Pontevedra 64 . A finales de mayo el licenciado en Farmacia José Mª Massó Bolíbar recibe el nombramiento de alumno libre y se le encarga la puesta en marcha del gabinete de Bacteriología. El biólogo Sergio Iglesias Martínez se incorpora al Laboratorio con una de las becas de la CAMV y en agosto Lens y José Mª Massó pasan a personal contratado del Instituto. En una visita a Vigo en junio, el director Turnay hizo unas declaraciones sobre la posición del Instituto en el debate sobre la instalación de industrias en las rías, que estaba teniendo lugar en la sociedad gallega. En su opinión, en determinadas circunstancias los usos indus- triales podían compatibilizarse, ordenadamente, con la explotación de la riqueza marisque- ra. Sin embargo advierte del peligro de que la contaminación acabe con la extraordinaria riqueza biológica de las rías. Concretamente, en relación con la propuesta para la instalación de una fábrica de alúmina-aluminio en la ría de Arousa manifiesta que, en opinión del Insti- tuto, no es posible una depuración eficaz 65 . Existe un estrecho contacto entre el IEO y el ISTPM (que posteriormente se convertirá en el IFREMER) con numerosos intercambios entre investigadores de ambas instituciones. Con objeto de llevar a cabo experiencias de marcado de merluzas en España, Lens se informa en Boulogne sobre el uso del copo-piscina (“Cul-piscine”) para la captura de merluzas vivas. José Iglesias asiste a una reunión sobre pesquerías en el ISTPM de Nantes (Francia) y pos- teriormente participa en una campaña a bordo del “ Thalassa ” en el golfo de Vizcaya para el marcado de merluza, a la que también se incorpora Robles. En agosto se realiza la campaña de investigación pesquera “Merluza NW-74” (también lla- mada Galicia-0), a bordo del “ Cornide de Saavedra ”, bajo la dirección de Rafael Robles 66 . 64 El III Plan de Desarrollo tuvo un papel fundamental en la dotación de medios e instalaciones al Instituto pero el incremento del personal se debió, en sus inicios, a iniciativas de los Centros costeros. La visión y el entusiasmo de Rafael Robles junto con el mecenazgo de las entidades mencionadas permitieron la forma- ción del personal investigador. 65 IP nº 1132, 15-06-1974/. La televisión pública dedicó también un amplio reportaje a esta problemática instalación. (Comunicación personal de J.J. González). 66 Al inicio de las campañas era obligatorio realizar un ejercicio de abandono de buque. Al embarcar cada tripulante recibía una tarjeta con los puntos de encuentro y el bote salvavidas que le correspondía. Con el “ Cornide ” fondeado en las Cíes se procedió a dicho ejercicio con los reglamentarios pitidos de sirena. Todo iba según lo previsto hasta que el segundo oficial que dirigía el ejercicio requirió la necesaria presentación de las espitas o “espichos” de los botes (tapones de los orificios de drenaje) pero, al faltar una, el ejercicio se prolongó hasta que apareció bien entrada la madrugada, con todo el personal formado en cubierta. Mien- tras, el capitán recordaba el tiempo que tarda en hundirse un bote sin espita….

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