Crónicas para un centenario
CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 206 Comienza la nota con unas consideraciones sobre la próxima convocatoria de la Asamblea General de las Naciones Unidas, para una Conferencia General sobre Derecho del Mar en la que se debatirán: “ una serie de cuestiones delicadas y difíciles, estrechamente relacionadas con la investigación oceanográfica. Algunos puntos del temario de la Conferencia – la delimitación de la zona internacional de fondos marinos –y, dentro del temario, la prioridad de ciertos epígra- fes o lo que parece más sencillo todavía, el calendario de su celebración, atañen muy de cerca al Instituto Español de Oceanografía como Organismo creado para asesorar a la Administración en los problemas que se relacionan con la defensa y mejor explotación de los recursos del mar (art. 1º de su Reglamento) ”. Aborda a continuación el asunto de la delimitación de las zonas nacional e internacional de los fondos marinos, previendo “ una verdadera carrera de apropiaciones de los fondos marinos siempre que estén situados en un área que pueda estimarse afectada por intereses económicos, políticos o estratégicos, a juicio del país ribereño ”. Frente a la amenaza de una nueva definición del concepto de plataforma, basada en la exploración (investigación) de los fondos marinos por cualquier estado interesado“ el Instituto Español de Oceanografía puede aportar, si se le dan medios suficientes, la investigación de los márgenes continentales peninsulares e insulares y de los fondos próximos, con el fin de establecer la iniciativa de exploración –o investigación- que per- mita sustraer el área que interese a la futura zona internacional, cuando esta sea delimitada en su día, formalizando así las bases ciertas de una apropiación de fondos (absolutamente nacionales a la altura de los conocimientos actuales) en el seno de la Conferencia o cuando proceda .” En la nota, Berenguer presta especial atención a los fondos atlánticos del oeste gallego: “ Como puede comprobarse por la isobata de los 100 metros de profundidad (e incluso por la de los 1.000 metros) la plataforma de la región en el sentido “estricto” – 200 metros de profundidad - es corta. Sin embargo pueden observarse mesetas submarinas próximas – como el Banco de Galicia o el Monte de Vigo – que configuran una región sumergida, continuación a grandes ras- gos de la Galicia terrestre y a la que está vinculada por razones económicas (pesqueras, mineras, de hidrocarburos, etc.) y estratégicas. Esta región está claramente separada de la llanura abisal – verdadero fondo oceánico situado a 5.000metros de profundidad- por un violento talud; es obje- to de estudio por un Instituto alemán dedicado a exploraciones petrolíferas, en colaboración con el Instituto Español de Oceanografía y de trabajos sobre explotación de yacimientos y de lodos minerales. En ella existen elevaciones geológicas, como el “Banco de Galicia”, cuya significación en orden a la riqueza biológica y posibilidades mineras se ignoran, y relieves submarinos en tor- no al “Banco y “Monte de Vigo” cuyo valor estratégico exige igualmente un interés especial por razones políticas y de defensa….. ”“ Este conjunto de circunstancias exigen una investigación de la región y, como consecuencia de ello, puede estudiarse la cuestión, con todas sus dificultades, de una posible apropiación de la misma ”. En la Nota se mencionan otros puntos que merecen especial atención como el mar de Cádiz y la plataforma mediterránea. Dice Berenguer que en 1969 España no figura entre los países que estudian su costa me- diterránea: “ Razón única: la falta de medios para participar en estos estudios ”. Considera que la comprometida situación actual española: “ No se caracteriza por una simple omisión, por una ausencia de la investigación propia en fondos marinos próximos, sino por la presencia de inves- tigación extranjera en nuestros fondos ”. “…debe hacerse constar con absoluta claridad, que toda la costa española, cantábrica, atlán- tica – con la provincia del Sahara español incluida- y mediterránea, está sometida a una intensa investigación de iniciativa extranjera, con fines de explotación principalmente, en la que España ni siquiera colabora. Y esta investigación extraña si que afecta a la cuestión principal de la pre- sente Nota, de no contrarrestarse urgentemente con una actividad investigadora propia ”. Concluye la Nota diciendo que: “ Todo lo expuesto plantea ante el calendario fijado para la Conferencia y para la redacción del Tratado por la Comisión Preparatoria, una situación de ur-
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