Crónicas para un centenario

203 NUEVOS HORIZONTES (1971-1975) Este periodo marca un punto de inflexión en la trayectoria del Instituto Español de Ocea- nografía y del Centro Oceanográfico de Vigo. En Madrid se percibe un mayor interés político por la investigación marina, lo que se tra- duce en una mayor inversión económica. En Vigo, aprovechando las favorables condiciones, se abandonan las precarias instalaciones que tenía el Laboratorio en el Areal y en el Berbés y se produce el traslado a un edificio de tres plantas en la avenida de Beiramar, que va a permitir la entrada de nuevo personal 1 . A comienzos del quinquenio la plantilla del Centro estaba formada por 4 licenciados (incluyendo al director), 1 patrón, 1 preparador, 2 mozos y 2 limpiadoras, mientras que a finales de 1975 trabajaban en el Oceanográfico 17 personas, de las cuales 12 eran licenciados, triplicando el número de los que había en el año 1970. Este salto en el número de titulados superiores conlleva un incremento de la actividad investiga- dora y de la producción científica en forma de publicaciones, comunicaciones e informes de asesoramiento a las autoridades en los años siguientes 2 . Por otra parte, la colaboración con prestigiosas instituciones oceanográficas americanas en el estudio del ecosistema de la ría de Arousa va a suponer un gran avance metodológico y tecnológico para el personal recién ingresado en el Centro. Con estas bases y el uso compartido del nuevo buque oceanográfico “ Cornide de Saave- dra ” se abre un nuevo horizonte de objetivos científicos que van a marcar el camino a seguir en la investigación que se va a desarrollar en el COV en los próximos años. 1971. El Instituto Español de Oceanografía realiza una labor compleja y extensa, debido al ámbito nacional de su competencia y a la obligación de asesorar a la Administración Pública sobre la conservación y usos del medio marino. En la presentación del presupuesto para 1971 se mencionan las tareas más urgentes que debe abordar el Instituto, en las circunstancias que se están dando en ese momento. Parti- cularmente significativo es el párrafo inicial de dicho texto que reproducimos íntegramente: “ El cerco científico a que están sometidos los fondos marinos y aguas próximas a la Península 1 En 1966 se crea la Sección de Ciencias Biológicas en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Santia- go de Compostela. Las primeras promociones van a ir ocupando los puestos de trabajo que se están crean- do en las instituciones de investigación marina en Galicia, en las que llegaron a representar un importante componente generacional. 2 Paralelamente, en estos años el Instituto de Investigaciones Pesqueras (IIP), bajo la dirección de Manuel Gómez Larrañeta, recluta también un importante número de licenciados, entre ellos varios biólogos de la Universidad de Santiago: Enrique López Veiga, Antonio Vázquez, Uxío Labarta y José Ramón Fuertes. Este salto en el estudio del medio marino lo refleja Andreu acertadamente: “ Gracias a la sustanciosa ayuda del III Plan de Desarrollo el potencial científico de los Centros se ha visto considerablemente reforzado, con la incorpo- ración a los programas de un buen número de jóvenes postgraduados que se han formado en un tiempo récord y que están desplegando una actividad realmente desbordante tanto en las expediciones del “Cornide” como en los programas que se vienen realizando en los diferentes Laboratorios ” (IP nº 1154, 16-05-1975).

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