Crónicas para un centenario

CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 18 Desde el Gobierno se adoptan diferentes disposiciones para regular las actividades pes- queras y se establecen las bases para los estudios sobre los recursos marinos. En 1902 se crea la Dirección General de Navegación y Pesca Marítima y en 1904 la Inspección General de Pesquerías, estableciéndose la normativa para la recopilación de datos técnicos y estadís- ticos del sector pesquero. Este mismo año se convoca una Asamblea Nacional de Pesca y se publica una “ Monografía de la Pesca Marítima en España ” que tuvo continuidad en los “ Anua- rios Estadísticos de la PescaMarítima ”. Los primeros estudios de los Anuarios correspondieron a Galicia, por su gran desarrollo pesquero, con minuciosas descripciones estadísticas sobre la actividad pesquera. También se publicaron las primeras cartas de pesca del norte penin- sular, entre ellas una con el “ croquis de la carta local de pesca de las rías de Vigo y Pontevedra, con los límites geográficos de los distritos marítimos ”. En 1906 el marino militar Joaquín de Borja elabora el primer plan de la Armada para orga- nizar un moderno servicio científico-pesquero en el que se contempla una red de estaciones costeras, una de las cuales debería ubicarse en las Rías Baixas de Galicia. Para encontrar la ubicación idónea para estas estaciones costeras y de unas escuelas de pesca, el Ministerio de Marina comisiona a otro militar, Ángel Pardo. Otro marino, Anglada, defendía la necesidad de fundar Escuelas de Pesca y un Laboratorio permanente, con acuario marino, en A Coruña o Vigo 15 . Paralelamente, ese mismo año Odón de Buen consigue montar un laboratorio en territorio nacional, inaugurando el Laboratorio de Biología Marina de Mallorca. Los estudios relacionados con la Biología marina van a recibir un impulso en 1907, con la creación en el Ministerio de Instrucción Pública, de la Junta para Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE), que va a proporcionar la formación de profesores e in- vestigadores españoles en el extranjero. Años más tarde la Junta acabaría agrupando bajo un mismo organismo al Museo Nacional de Ciencias Naturales (del que era director Ignacio Bolívar) y a la Estación de Biología Marina de Santander. Por otra parte, también se dan pasos importantes en la regulación de la actividad pesquera, al aprobarse la Ley de Pesca (de 27 de diciembre de 1907) e instaurarse las Juntas Locales y Provinciales. Son dignos de mención los estudios de Benigno Rodríguez Santamaría, funcionario del Ministerio de Marina, que aprovechando sus destinos profesionales, hizo interesantes recopilaciones de datos sobre la actividad pesquera. Entre 1909 y 1910 publica el resultado de sus minuciosas observaciones sobre las actividades pesqueras en Galicia tanto desde el punto sociológico, como biológico y pesquero en: “ Galicia. Estudio amplio de sus pescas ” con una descripción detallada de la pesca en 74 puertos. En 1910 se produjo otra crisis sardinera 16 . A la vista de la conflictiva situación en los puer- tos y de las opiniones de los pescadores, la Dirección General de Navegación y Pesca Maríti- ma prohíbe la pesca de noche con cerco de jareta y por el procedimiento de la ardora, en las provincias marítimas de Vilagarcía, Pontevedra y Vigo, y dispone la formación de una nueva comisión técnica para que investigue la relación entre la pesca a la ardora y la desaparición de los bancos de sardina. En marzo del siguiente año la comisión concluye que la pesca a la ardora no es una de las causas que influyen en la desaparición de los bancos de sardina en Galicia. Entre otras conclusiones considera urgente la creación de un servicio de vigilancia, la creación de una Estación Biológica Marina en el punto más estratégico de las rías gallegas (con laboratorios flotantes, campos de experimentación y museos) y la creación de Escuelas de Pesca. Con objeto de que quede fehacientemente demostrado que la pesca a la ardora no influye en la desaparición de los bancos de sardina se acuerda que se haga un detenido 15 Pérez de Rubín, 2011. 16 Entre 1906 y 1915 se desembarcaron once mil toneladas de sardina en Vigo. Las capturas eran muy estacionales, comenzando el periodo de abundancia hacia finales de marzo. El refranero lo expresa así: “Mariñeiros remangarse/ para salir a sardiña/ que xa ven Santa Catalina”. (Buen, F. de, 1928 a).

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