Crónicas para un centenario

CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 197 costa este de la isla Monteagudo de las Cíes, en la boca norte de la ría de Vigo. Se produjo un importante derrame de crudo y, tal vez a causa de una chispa, casi de inmediato se originó un incendio en el buque. Esa noche la Comisión Nacional para Evitar la Contaminación del Mar celebró una reunión en la Comandancia de Marina, presidida por el subsecretario de la Marina Mercante, para adoptar un plan de acción. Se decidió proceder en primer lugar a la extinción del incendio, para posteriormente vaciar el petróleo que quedara en los tanques, actuar sobre las manchas en el mar y organizar la limpieza de la costa 37 . [Ver noticia sobre las zonas afectadas por el accidente del “Polycommander” (Faro de Vigo del 08-05-1970) en Anexo de documentos originales]. Como en otras ocasiones se recabó el asesoramiento de los técnicos del Laboratorio Oceanográfico para coordinar las operaciones, que se pusieron de inmediato al servicio de las autoridades. Se constituyó un equipo del que formaban parte Rafael López Costa, José Ramón Besada y Rafael Robles, del laboratorio vigués, Julián Gómez Gallego, de los Labora- torios Centrales y Joaquín Ros 38 , químico del Centro Oceanográfico de San Pedro del Pinatar (Murcia), venidos expresamente para participar en las operaciones 39 . Las principales preocupaciones eran la contención de la contaminación en las proximi- dades del buque y la localización y el tratamiento de las manchas en el mar, para evitar el contacto con los organismos marinos. La retirada del petróleo depositado en las playas se consideró una tarea menos urgente. La prensa local hizo un amplio seguimiento de los tra- bajos y del papel desempeñado por el Instituto Oceanográfico, destacando la dedicación de José Ramón Besada a la limpieza de la zona costera 40 . El petróleo derramado se estimó en unas 14.000 toneladas y para combatir las manchas se utilizaron unos 73.000 litros de “Co- rexit 41 . En los días siguientes los colectivos afectados por el vertido, como el grupo Sindical de Parques y Viveros, iniciaron la presentación de reclamaciones. El ayuntamiento de Nigrán felicitó al personal del Oceanográfico por su actuación en la lucha contra la contaminación. Está a punto de concluir la construcción de un buque, iniciada en 1968 en los Astilleros del Cantábrico de Gijón, para la Subsecretaría de la Marina Mercante. Con objeto de elegir un nombre para el buque se celebra una reunión en la Subsecretaría con representación de todos los estamentos implicados. Son varias las opciones que se barajan. Finalmente, la propuesta de Rafael Robles para bautizarlo con el nombre del ilustre naturalista coruñés José Cornide de Saavedra recibe el apoyo unánime de los presentes. El buque puede alcan- zar una velocidad a plena carga de once nudos y tiene autonomía para seis meses u once mil millas. Está dotado de hélice de palas orientables y de timón activo para mantener la posición. Dispone de 107 m 2 de superficie para laboratorios y puede albergar una dotación total de 35 miembros, entre tripulantes (22), alumnos y científicos. Entre su equipamiento figura un ordenador, con un sistema de almacenamiento de datos en tarjetas perforadas y procesamiento electrónico de la información, totalmente novedoso a bordo de un buque. 37 F. de V. del 08-05-1970. 38 Fue Subdirector del Instituto entre 1980 y 1982. 39 ACOV. 1970. Anónimo. El accidente del Polycommnader. 40 F. de V. del 11-06-1970. 41 Se intentó combatir las manchas en el mar por medios mecánicos, pero al no dar resultado se aplicó el dispersante “Corexit”. A pesar de ello el petróleo se fue extendiendo por la entrada de la ría y la costa de la Vela, alcanzando varias playas de la orilla norte y por el sur, la playa de Samil, la desembocadura del Lagares, la playa de Patos, las islas Estelas y Panxón. Al tiempo que se atacaban las manchas en el mar, se bombeó el petróleo de los tanques del barco y se hizo una limpieza mecánica de playas e instalaciones portuarias. El día 27 de mayo se dio por finalizado el vaciado de los tanques (se calculó que contenían unas 34.000 to- neladas), quedando la ría libre de manchas. Los trabajos en las playas se prolongaron hasta finales de junio (ACOV. 1970. Anónimo. El accidente del Polycommnader).

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