Crónicas para un centenario
CRÓNICAS PARA UN CENTENARIO 172 Las propuestas para las concesiones iban en aumento cada año. En 1950 se dieron las primeras concesiones para la ría de Vigo y posteriormente para las rías de Pontevedra, Arousa y Ferrol. En- tre 1946 y 1951 se autorizaron 62 concesiones: 29 en Arousa, 21 en Vigo, 8 en Pontevedra y 4 en Ferrol. En 1953 se modificaron las normas para su otorgamiento y se establecieron unos requisitos mínimos para las solicitudes. Ese año se enviaron a Madrid expedientes para la instalación de un vivero fijo de moluscos en Vigo, dos para depósitos reguladores flotantes de marisco en Arousa, nueve para viveros flotantes para mejillones en A Coruña, cuatro en Betanzos, 88 en Arousa, cinco en Pontevedra y 55 en Vigo, y cinco para explotaciones de algas en Arousa. A mediados de 1954 el número de viveros flotantes en España era de 400, de los que 260 estaban en el litoral atlántico. En 1955 el Instituto organiza una campaña con el buque “ Xauen ” para estudiar los sedimentos y cartografiar los yacimientos de moluscos de la ría de Pontevedra. Con los botes auxiliares del bu- que se exploraron los bancos de moluscos y crustáceos y los emplazamientos para las solicitudes de nuevos parques y viveros. En 1956 Félix Cabañas, ayudado por Ángel Ezama, redacta cerca de un centenar de informes biológicos, incluyendo varios de carácter general sobre viveros flotantes de mejillones y ostras, 78 sobre concesión, renovación y clasificación de viveros y otros más sobre viveros fijos de moluscos, cetáreas de langostas y para la explotación de algas. Ezama estudia las infestaciones parasitarias en moluscos y realiza análisis bacteriológicos de aguas y moluscos, para llevar un registro de su estado de salubridad. En 1959 el Laboratorio Oceanográfico despachó más de 200 informes, la gran mayoría relacionados con las concesiones de bateas para el cultivo del mejillón, pero también otros sobre parques fijos, depósitos reguladores de marisco, otras intervenciones en el medio y sobre la infestación de los mejillones por el copépodo Mytilicola intestinalis . En 1960 el número de concesiones otorgadas estaba en torno a las dos mil, con unas mil cien bateas instaladas y una producción de mejillón de 61 500 toneladas. La importancia que había alcanzado el cultivo de moluscos hacía necesaria su regulación y normalización. En los años 60 se establece el reglamento para el Reconocimiento de la Calidad y Salubridad de los Moluscos, para regular la actividad de las empresas de depuración de mariscos. Dicho reglamento establecía que los moluscos procedentes de zonas insalubres debían ser sometidos a “ depuración previa en esta- ciones depuradoras omediante su estabulación en establecimientos situados en zonas salubres, bajo el control y durante el tiempo que fije en cada caso el Instituto Español de Oceanografía. ” Investigadores del Instituto realizan la inspección y el control de las depuradoras de moluscos en el sur de Galicia y participan en una comisión interministerial para clasificar las zonas del litoral aptas para el cultivo. Entre finales de los cincuenta y mediados de los setenta, Ángel Ezama Sancho, Manuel Cañizo Suarez, Rafael Robles Pariente y José Mª Massó Bolívar fueron los responsables de continuar la labor de apoyo y asesoramiento para el desarrollo de la acuicultura gallega. A los análisis de aguas contribuyó también el químico José Ramón Besada. Los análisis de aguas y bacteriológicos y el se- guimiento del grado de infestación del mejillón por Mytilicola formaban parte de la rutina de traba- jo. En 1961 las inspecciones y reconocimiento de viveros, depósitos y cetáreas fueron más de 120, consumiendo una parte muy importante del tiempo de dedicación del personal del Laboratorio. En 1962 se hizo la primera clasificación de las zonas del litoral aptas para el cultivo de moluscos en España, en la que se precisaba la localización geográfica de los polígonos y el número de viveros en cada uno. Se clasificaron provisionalmente 6 polígonos en la ría de Vigo (con 271 viveros), 3 en la de Arousa (con 197 viveros) y 3 en A Coruña (con 235). Las concesiones de fondeo para el cultivo de ostras y mejillones alcanzaron sumomento culminante en 1964, al otorgarse 1 500 concesiones, que junto con las 570 de 1965 sumaban tantas como las concedidas en el período 1946-59. En 1966 se hicieron pruebas de afinamiento para el cultivo de la ostra portuguesa en los acuarios del anexo al Laboratorio Oceanográfico en el puerto pesquero. Con ello se quería evitar la impor- tación de ostras adultas de Francia, que previamente habían sido exportadas como semilla desde Galicia. En 1969 la enfermedad de las branquias, que ya se había propagado por Portugal, aparece en los cultivos de ostra en Galicia. Las autoridades de Marina pidieron el asesoramiento del Instituto para la toma de medidas para frenar la posible expansión de la enfermedad en las rías. Primero Ra- fael Robles y posteriormente José Mª Massó aplican las técnicas francesas para la determinación de ésta y otras enfermedades y estudian su incidencia en las ostras de los parques de cultivo gallegos. En los años 70 España se convierte en el primer productor mundial de mejillón y en 1976 se alcanza una producción de 192.000 toneladas.
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