El IEO participa en el homenaje a Ángeles Alvariño en el Día da Ciencia de Galicia

29/05/2015

Se cumplen 10 años del fallecimiento de esta oceanógrafa pionera

Homenaje a Ángeles Alvariño

El próximo lunes 1 de junio, coincidiendo con el décimo aniversario de su fallecimiento, la Real Academia de la Ciencia de Galicia, junto al Instituto Español de Oceanografía (IEO), la Fundación Barrié y la Xunta de Galicia, rendirá un homenaje a Ángeles Alvariño, oceanógrafa pionera que recorrió las más prestigiosas instituciones oceanográficas de Reino Unido y EEUU y que centró sus investigaciones en el estudio del zooplancton, describiendo 22 especies nuevas para la ciencia. Comenzó su carrera en el IEO, institución que en 2012 bautizó Ángeles Alvariño al buque más moderno de su flota oceanográfica.

Se cumplen 10 años de la muerte de Ángeles Alvariño, una oceanógrafa pionera que comenzó su carrera en el Instituto Español de Oceanografía para después pasar por algunas de las más prestigiosas instituciones oceanográficas de Reino Unido y EEUU.
Actualmente su nombre está presente para el público en general gracias a que el IEO bautizó Ángeles Alvariño a su último buque, un oceanográfico multipropósito de 46 metros de eslora que ha participado en varias campañas con resonancia mediática.
Mañana Galicia, su tierra natal, le rendirá un merecido homenaje durante el Día da Ciencia, que en esta edición de 2015 estará dedicado a su figura. Durante el acto, Juan Pérez de Rubín, investigador del IEO, impartirá una conferencia en la que hablará de la oceanógrafa gallega.
Ángeles Alvariño, nació en Ferrol en 1916. Inició la carrera de Ciencias Naturales en Madrid en 1934, pero tuvo que interrumpirla debido al estallido de la Guerra Civil. Tras el fin de la contienda reanudó sus estudios, obteniendo el título en 1941.
Después enseñó biología, zoología, botánica y geología en diferentes colegios de Ferrol hasta 1948, cuando se trasladó a Madrid, donde pasó a formar parte, como alumna, del Instituto Español de Oceanografía, siendo posteriormente destinada al Centro Oceanográfico de Vigo.
Empezó investigando las incrustaciones marinas en barcos pero enseguida centró sus estudios en el zooplancton. "En aquella época no era fácil dedicarse a la investigación y ser mujer era una dificultad añadida", explica Alberto González Garcés, investigador del Centro Oceanográfico de Vigo que coincidió con Ángeles Alvariño en La Jolla. Las mujeres tenían prohibido embarcar y Ángeles Alvariño diseñaba sus propias redes de plancton que los pescadores se encargaban de utilizar por ella.
Estuvo hasta 1957 en el IEO, en cuyo boletín aparecieron sus primeros trabajos de investigación. En 1953 disfrutó de una beca en Plymouth, Inglaterra, para trabajar con Sir Frederick Russell en el Marine Biological Laboratory, siendo la primera mujer científica que estuvo a bordo de un barco británico de investigación. "No fue sin embargo la primera investigadora española en embarcar", apunta González-Garcés. "Antes del año 36 cerca del 20% de los investigadores del IEO eran mujeres y desde los años 20 embarcaban en campañas científicas", añade.
En 1956 recibió otra beca, esta vez del Woods Hole Oceanographic Institution de Massachusetts, Estados Unidos, para investigar sobre zooplancton. A partir de entonces desarrolló su carrera profesional básicamente en el país americano, donde centró sus investigaciones en diferentes grupos del zooplancton (quetognatos, sifonóforos, medu-sas y ctenóforos), llegando a convertirse en una de las mayores expertas en la materia.
Entre 1958 y 1969 trabajó para la Scripps Institution of Oceanography en La Jolla, California, donde realizó investigaciones sobre plancton, corrientes y dinámica oceánica, y posteriormente fue investigadora del Southwest Fisheries Science Center (NOAA).
Describió 22 especies marinas de diferentes oceános y mares y publicó unos cien artículos en prestigiosas revistas americanas (Pacific Science, Bulletin Scripps Institution y Calcofi Atlas), latinoamericanas y en el Boletín del IEO. "Ángeles Alvariño era una gran observadora. Tenía una capacidad de análisis y descripción extraordinaria que le ayudo a describir con gran precisión las especies que descubrió", explica González-Garcés.
Entre otras cosas, realizó investigaciones marinas en el Mar del Sur de China y en el golfo de Tailandia, estudió la distribución y sistemática de los quetognatos del At-lántico, trabajó sobre la presencia de sifonóforos en las regiones adyacentes a los canales de Panamá y Suez y escribió el libro España y la primera expedición científica oceánica, 1789-1794, en el que se narra el viaje científico de Malaspina y Bustamante a bordo de las corbetas Descubierta y Atrevida.
En 1967 se doctoró en Madrid con la tesis Los quetognatos del Atlántico, distribución y notas esenciales de sistemática, trabajo que fue incluido en la serie Trabajos del Instituto Español de Oceanografía y que fue su última publicación con el IEO.
Se jubiló en 1987 en Estados Unidos, aunque su vida continuó estando estrechamente ligada al mundo de la investigación, ya que siguió publicando artículos técnicos y par-ticipando en numerosos congresos de su especialidad.
Tal fue la influencia que tuvo en su campo, que sus colegas la inmortalizaron al incluir su apellido en el nombre de dos especies planctónicas: el quetognato Aidanosagitta alvarinoae y la hidromedusa Lizzia alvarinoae.
En 1993 se le concedió la Gran Medalla de Plata de Galicia como la científica gallega más importante de la historia y una de las más relevantes de España.
Falleció el 29 de mayo de 2005 en California.

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